Te suenan frases como «me doy un gusto porque me lo merezco», «pago con tarjeta o al crédito y después lo liquido en varios meses». Si tu respuesta es afirmativa, quizá te encuentres en un problema de deudas, mismas que es indispensable saldar para estar listo ante cualquier imprevisto y plantearte nuevas metas financieras. Las malas decisiones financieras (además de no dejarte dormir) te impiden contar con un ‘colchón’ económico para casos de emergencia.

Endeudarse, representa comprometer ingresos futuros, que se utilicen en cuestiones tan básicas como pagar por adelantado la colegiatura de los niños, o cubrir un imprevisto tipo reparar el auto o gastos de salud. Existen algunas señales de alarma, las cuales indican que tu organización financiera no está siendo óptima, por ejemplo:

  • Para pagar pides prestado por otro lado.
  • Si tienes tarjetas de crédito sólo puedes cubrir pago mínimo de tus tarjetas de crédito.
  • Utilizas el dinero de tus tarjetas para pagos que antes realizabas en efectivo.
  • Te quedas sin dinero a mitad de quincena y el resto lo financias con tarjetas o prestamos.

Si después de este análisis te quedan dudas sobre cómo manejas tu dinero, hay un diagnóstico que no falla: si no tienes capital suficiente para pagar tus cuentas mensuales y ahorrar cuando menos 10% cada mes, algo está mal, quizá estás viviendo por encima de tus recursos económicos.

Existe el mito que las personas con ‘salud financiera’ tienen un don natural para manejar el dinero. La realidad es que llegar a la quincena sin problemas y empezar a crear un patrimonio no es cuestión de suerte, sino de disciplina y constancia. En nuestro país, cinco de cada 10 personas se queda sin dinero antes de terminar la quincena, y de éstos tres de cada 10 recurre a préstamos para liquidar sus compromisos económicos.

Si eres de los que acostumbran llegar en ‘números rojos’ a la quincena y este año te percataste que tu capacidad de pago decayó, es momento de realizar un plan para controlar tus gastos y liberarte de las temidas deudas.

Toma las riendas

El primer paso (como en muchas otras situaciones) es reconocer que existe un problema para organizar tu dinero.

La primera reacción podría ser evitar la realidad pensando que conforme recibas ingresos a la semana, quince o mes puedes pagar. Pregúntate, primero, ¿por qué estoy en esta situación? Descubrir las causas es un aspecto importante para comenzar a sanear tus finanzas. Y, de nada sirve tener un plan completo, si no cambias tu conducta respecto a cómo organizar el dinero y cumplir con los gastos.

Si te cuesta definir por qué estás endeudo, platica del tema con otra persona que te pueda hablar de conductas que te niegas a reconocer, por ejemplo el deseo de querer gastar tu dinero en las rebajas  aunque tengas que pagar prestamos o visitar al médico, detrás de esta conducta puede haber alguna situación personal emocional en la que resulta vital trabajar.

Lo ideal sería liquidar todas tus deudas, pero en tiempos de crisis es complicado. Procura cancelar tus deudas más caras, es decir, aquellas que tienen la tasa de interés más alta.

Si las deudas son con tarjetas de crédito, trata de pagar todas y quedarte con una sola tarjeta o crédito.

A pesar de todo, trata de pagar a tiempo tus deudas, para que no haya más intereses y cobros por mora.

Una vez que has cancelado tus deudas, evita tener nuevas, sobre todo si son de consumo (compra de ropa, aparatos electrónicos, diversión, etc.).

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